Quito (Pichincha).- Ecuador y Costa Rica comparten frontera marítima oficialmente. El Presidente de la República, Rafael Correa, y la Asamblea Nacional aprobaron estos nuevos límites que toman como referencia las islas Galápagos y la Isla del Coco.

Según Cancillería, el territorio marítimo de los países está dividido en tres diferentes espacios. Uno es las aguas internas, que son las que se encuentran antes de un trazado de líneas rectas entre los puntos prominentes del territorio continental, conocidas como líneas base. En este caso, se toma como referencia las siguientes 12 millas náuticas se conocen como mar territorial.

La segunda es la zona económica exclusiva la conforman las 200 millas contadas desde las líneas base. Después de esto se le denomina Alta Mar y es un espacio de utilización exclusiva en fines pacíficos.

El tercero es el subsuelo marino, desde la zona costera, se denomina plataforma continental hasta las 200 millas náuticas de las que cada país es propietario de todos los recursos que se encuentren allí.

En el caso de Ecuador esta fórmula es establecida por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar), la cual se aplica tanto en la costa continental, como en las Galápagos.

Por eso, “el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Armada trabajan en lograr extensión de la plataforma continental más allá de las 200 millas, partiendo de Galápagos y cruzando las cordilleras submarinas de Carnegie, Colón y del Coco. Para, de esta forma, ampliar la plataforma hacia tres ejes: costa ecuatoriana, Costa Rica y la cuenca Asia Pacífico, tal como lo determina el Artículo 76 y el Anexo II de la Convemar”, explica Cancillería.

Ecuador es un país favorecido por la decisión política del actual Gobierno al ratificar la Convemar. El Ministerio de Relaciones Exteriores recalca que con esta delimitación, el territorio marino es 5.3 veces mayor al del territorio terrestre.

“Además, evidencia que Ecuador posee una gran riqueza en su mar y es urgente despertar la conciencia marítima en sus habitantes y de esta forma participar y entender cómo se logra la gobernanza de los mares a través de los acuerdos internacionales y la gobernabilidad con las normas nacionales vinculadas con la gestión marina”. CIT / El Ciudadano