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Ecuador es un país cada vez más seguro

El Aromo (Manabí).- El Presidente Rafael Correa afirmó que, de acuerdo con las estadísticas elaboradas por el Sistema de Seguridad Integrado Ecu-911, los delitos en el país presentan un considerable descenso.

“Es claro que los delitos que tienen connotación en cuanto a seguridad ciudadana han mermado”, aseveró el Mandatario durante el Enlace Ciudadano número 328 difundido desde el campamento de la Refinería del Pacífico, Manabí.

De acuerdo con la estadística, el robo a personas se redujo en 6.7%, el robo a locales comerciales el 11%, robo a vehículos el 4%, robo a accesorios de vehículos el 7%, mientras que el robo a domicilios ha aumentado 7.4%, y el robo de motocicletas ha aumentado 33.6%.

En el delito (robo de accesorios de vehículos), el Jefe de Estado dijo que es necesario atacar las “cachinerías”, para sancionar no sólo al que roba, sino al que compra lo robado.

Asimismo, reveló que los delitos sexuales han disminuido en 23%, mientras las muertes por accidentes de tránsito se han reducido en 6 por ciento.

Según el Mandatario, la reducción de delitos de homicidios y asesinatos han bajado en 26 por ciento y Ecuador es uno de los países con más baja tasa de homicidios de América Latina.

También informó que, de acuerdo con un diagnóstico de la Fiscalía General del Estado, los homicidios y asesinatos en Guayaquil se realizan con armas de fuego, mientras que en Quito, con arma blanca.

Ese mismo informe, agregó el Mandatario, revela que quien comete esos delitos es una población masculina de entre 16 y 30 años, los sábados en horas de la madrugada y en la vía pública. Estos delitos se concentran en la Isla Trinitaria, Guasmo Sur, Flor de Bastión, es decir los sectores más pobres de Guayaquil, donde se vive un entorno de violencia, sin servicios básicos, sin planificación urbana.

Para solucionar este problema social, no sólo basta la represión, sino la prevención a través de la implementación de planes de cultura de paz y resolución de conflictos dirigidos a jóvenes, así como programas de inclusión social y económica.

Otra de las soluciones, a juicio del Jefe de Estado, es la de fortalecer la campaña de desarme de pandillas. En dichos grupos, los jóvenes, por códigos de honor, se enfrentan entre sí.

Según ese diagnóstico también es necesario `potenciar los operativos de control de armas durante los fines de semana y promover la resolución de conflictos no penales a través de la mediación y con la intervención de jueces de paz. MNC/El Ciudadano.


 

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