Con un mosaico de canciones que incluía melodías como: “El pañuelo blanco” y “Chola Cuencana”, Héctor Jaramillo puso a bailar y aplaudir a quienes se dieron cita al homenaje que se le realizó en el Museo del Pasillo, al igual que a Fresia Saavedra, Mélida Jaramillo y Daniel Realpe.

Jaramillo a sus 87 años, demostró su talento y alegría característicos mientras entonó sus famosas canciones frente a todos los asistentes que llenaron el aforo del Museo. “Estoy agradecido por la respuesta del público y por el homenaje que me han hecho, que se suman a los que recibiré este año en diferentes provincias y en otros países”, sostuvo Jaramillo, mientras recibió una placa de reconocimiento por su trayectoria.

La presencia de Fresia Saavedra, otra de las homenajeadas, que llegó desde Guayaquil acompañada de su hija Hilda Murillo, dio realce al evento. Con la proyección de un video se recordó la trayectoria de la cantante, que a sus 86 años aún conserva su gran calidad vocal.

“Es un honor estar aquí en esta gran iniciativa del Gobierno de crear este espacio para que las nuevas generaciones conozcan y valoren nuestra música nacional que es bellísima” indicó Saavedra, quién cantó junto a su hija Hilda Murillo.

Mélida María Jaramillo conocida como “la Lojanita”, quién falleció a los 93 años, también recibió un reconocimiento póstumo por su trayectoria musical, al igual que Daniel Realpe, el gran pianista quiteño, que por motivos de salud no pudo estar presente en el evento.

Este encuentro formó parte de los diversos homenajes a los artistas ecuatorianos que realiza el Museo del Pasillo y la Sociedad de Artistas Intérpretes y Músicos Ejecutantes del Ecuador SARIME, “como parte de un plan de salvaguar el pasillo, como género musical con miras a que ingrese en la lista representativa de la Unesco para que sea considerado Patrimonio de la Humanidad”, sostuvo Mario Godoy, director del Museo.

Este centro cultural que se creó en diciembre de 2018, desde enero de este año ha recibido cerca de 45 mil visitantes y más de 70 músicos entre solistas, dúos, tríos y ensambles, que se han presentado de forma gratuita frente a la ciudadanía que lo visita, según datos de la Dirección de Gestión Cultural de la Presidencia de la República.

Otra de las actividades que se desprenden del museo, es la Escuela que tiene 130 estudiantes con los que se ha formado seis “ensambles” y ocho bandolinistas. La formación continua es una de las propuestas con las que se quiere impulsar y conservar este género musical que tuvo mayor difusión entre los años 40 y 60, dijo Godoy.

Aquí se dictan clases de guitarra, bandolín, arpa, piano y canto en género pasillo. Las clases son en módulos de tres meses y son gratuitas. Para ingresar es necesario pasar una audición.