Esmeraldas (Esmeraldas).- Ante miles de ciudadanos que se congregaron en la Plaza Cívica, en Esmeraldas, el Presidente Rafael Correa reivindicó el Primero de Mayo, como la lucha de los trabajadores por una mejor calidad de vida.

Este clamor ha sido sintonizado por el Gobierno de la Revolución Ciudadana que ha logrado que las injusticias cometidas por la triste y larga noche neoliberal vayan quedando en el pasado.

“Para nosotros el trabajo humano tiene supremacía sobre el capital”, enfatizó el Mandatario al resaltar las políticas laborales aplicadas en favor de la clase trabajadora.

Citó ejemplos de decisiones históricas como el incremento del Salario Básico de 170 a 340 dólares.

Asimismo, la eliminación la tercerización laboral y el contrato por horas gracias a las garantías establecidas constitucionalmente.

En este camino, todavía hay cosas por resolver, dijo el Presidente, como cambiar la injusta distribución del ingreso. Sin embargo, precisó que el Gobierno ha utilizado instrumentos modernos e inéditos para eliminar las tensiones entre capital y trabajo como el como el Salario Digno que consiste en que una compañía no pueda declarar utilidades si sus trabajadores no perciben una remuneración que le permita al menos acceder a la canasta básica.

También resaltó en este proceso revolucionario a la ciencia, innovación y tecnología como generadores de capacidades y riquezas, que también permitirá mejorar los salarios reales y las condiciones de vida de los obreros.

Subrayó las políticas sociales que han devuelto la dignidad a los ecuatorianos como el hecho de que 7 000 personas con discapacidad hayan sido reinsertadas laboralmente o que más de 160 mil niños haya dejado el trabajo Infantil.

Finalmente, precisó que lo mejor está por venir ya que esta listo el Nuevo Código Laboral que se caracteriza por ser revolucionario y socialista. Este cuerpo legal, aseguró, garantizará los derechos laborales, así como, equidad, justicia en la relación trabajo – capital.

“Viva la clase trabajadora” exclamó el Presidente Correa, al concluir su discurso en esta fecha histórica para Ecuador y el mundo. JV/El Ciudadano