Quito (Pichincha).- La reestructuración del sistema de justicia fue posible gracias a la confianza del pueblo ecuatoriano, que dio el sí en la Consulta Popular del 2011, así lo afirmó el Presidente Rafael Correa, durante una entrevista en el programa De Frente Con Gestoso, en el que se trató ampliamente los logros conseguidos y las tareas que aún quedan pendientes.

Gustavo Jalk, ex secretario particular del Presidente de la República, recordó que Ecuador, en relación a América Latina, era el país que tenía la inversión más baja en cuanto a justicia e incluso tenía una de las tasas más bajas de jueces por cada 100 000 habitantes, sin embargo en la actualidad es uno de los países con mayor inversión y que cuenta con un sistema de justicia actualizado.

En ese sentido, el Primer Mandatario, destacó que los administradores de justicia ahora son seleccionados a través de concursos públicos de méritos y oposición. Tania Arias, vocal del Consejo de la Judicatura de Transición (CJT), explicó que se han desarrollado concursos en los que se contó con veeduría ciudadana e internacional, además recalcó que este tipo de selección no se había realizado antes en el país.

También precisó que los ecuatorianos no pueden negar la transformación del sistema, pues en el pasado las instalaciones eran deplorables e incluso no contaban con las herramientas necesarias para desarrollar sus funciones, lo que en la actualidad es todo lo contrario, ya que se ha dotado de tecnología y lugares más aptos para desempeñar las funciones.

El Jefe de Estado manifestó que tal vez se pudo cometer errores en el proceso de reestructuración, sin embargo los logros son evidentes, es así que 1,4 millones de causas represadas, por décadas, fueron despachadas. De igual forma 3 millones de causas han sido despachadas en 15 meses de gestión del Consejo de la Judicatura de Transición. De acuerdo a cifras del CJT en la actualidad hay apenas 187 000 causas represadas en todo el país.

Por otra parte, el Presidente Correa recriminó que algunos sectores y políticos de la oposición confundan la autonomía de la Función Judicial con lo que por décadas fue “una república independiente”, pues existía anarquía e irresponsabilidad, por parte de los jueces, que anulaban el trabajo y esfuerzo de los policías por detener a los delincuentes, que después eran puestos en libertad sin complicaciones. LIE/El Ciudadano